A lo largo de nuestra vida - y por lo general y a poco que hayamos tenido inquietudes -, nos hemos comprometido en alguna idea, actividad o credo de cualquier índole.
Respetando - como no -, las formas de pensar, y por aquello de cada quien es cada cual y baja las escaleras como quiere, (J.M. Serrat ), hay que tener en cuenta, que todo hijo de vecino se merece de entrada, un respeto en todas sus formas de pensar, que no tanto en las de actuar.
Pero es que lo acaecido con dos personas pertenecientes al consistorio madrileño, no merece respeto alguno en la forma de pensar de él, ni en la de actuar de ella.
SI PIDES RESPETO PARA TÍ MISMO, RESPETA A LOS DEMÁS. Parece ser que es una máxima de escasa aplicación hoy día. Y es una lástima.
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