Si lo que se pretende es ir con la vedad como estandarte, lo que es inadmisible es decir las verdades a medias.
En el último número del Crónicas del Gállego se hace referencia en un apartado de un artículo referente a una Guía de vacaciones y permisos, a lo acaecido en el pleno extraordinario del día 23 de junio.
En efecto – y ahí es donde aparecen las verdades a medias -, la oposición impugno el pleno, debido a que las propuestas aprobadas por mayoría democrática en plenos anteriores, seguían incumplidas por el equipo de gobierno del PP
Ahora viene el resto de la verdad:
Y es que, al intentar de nuevo retomar dichas propuestas – los salarios de los concejales, la partida económica pendiente con Ontinar, Aqualia, etc, -, la corporación hizo oídos sordos, e intentó sacar adelante sólo lo que les interesaba. Entonces y sólo entonces, se produjo el abandono de la sala. Y por supuesto: quedaron propuestas pendientes de aprobación.
Pero es que, cosas tiene la vida.
El último pleno ordinario, convocado tiempo atrás para el pasado jueves día 3, no llegó ni a comenzar a la hora prevista. Vamos, que ni sentarse a la mesa.
Al parecer, uno de los ediles, tenía asuntos que resolver en DPZ tan importantes, que dejó plantados a concejales y oposición, practicamente en la misma puerta del Ayto. de su pueblo.
Es de esperar que excusas no falten. Incluso en el Crónicas del Gállego.
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