EN EL PAÍS DE LOS CIEGOS...

Día de la Constitución: todo son buenos proyectos y mejores palabras, tal vez sea por el influjo de la cercana Navidad.
Cada partido político, arrima el ascua a su sardina, con proclamas que a menudo parecen trasnochadas de tanto oirlas repetir.
Por parte del PSOE, se ha procedido a la pegada de unos carteles con unos mensajes que dan para pensar.
Se hace referencia a la igualdad de todos los españoles ante la ley, cuando todos sabemos que por desgracia hay una forma de aplicarla para los grandes tiburones, y otra muy distinta para las humildes sardinas, y esto es así desde hace mucho, pero mucho tiempo.
Se hace referencia así mismo a la enseñanza, y aquí hay un detalle. Para que un proyecto funcione, hay que dejarlo rodar un tiempo, y si es mejorable, se reforma. Pero lo que no es de recibo, es que cuando hay un cambio de color en el gobierno, se tumba de un gorrazo el anterior sistema educativo, y hace bueno el suyo. Tal como dijo un catedrático de magisterio, aquí no hay quien se aclare, y mas teniendo en cuenta que el acto del gorrazo nos cuesta muy caro en dinero de contar.
En cuanto a  la soberanía del pueblo, sólo comentar aquello que dijo alguien en cuanto a que la democracia es el menos malo de los sistemas políticos. Si de veras el pueblo fuera soberano, no estaríamos en la calles de manifestación, ni los políticos estarían tan mal valorados.
Y qué decir del derecho al trabajo, cuando en legislaturas anteriores, los sindicatos pactaban todo lo que les ponían sobre la mesa, y ellos mismos se han puesto los derechos de los trabajadores por montera.
No se hace referencia alguna al derecho a una vivienda digna, y esto da para pensar, ya que si en su día la ley de liberalización del suelo supuso el comienzo de la mayor pìfia de la economía española, una ley se puede derogar. Y punto. Lo dicho: da que pensar.
Y es que, con todos respetos para los invidentes, en el país de los ciegos, el tuerto es rey.