Mucha cantidad de esa virtud, nos es necesaria para creer en algo, que no será por falta de ganas de los ciudadanos de este país, pero es que ni se palpa, ni se ve, ni se presiente. Leo en los medios, que a los quince días de estar la prima de riesgo, por encima de los 500 puntos, Irlanda pidió las intervención. Aquí, camino vamos de ello, no ya de la intervención , sino de los quince días. Pero hay que tener en cuenta que D. Quijote, era de por aquí.
Tiempo atrás, la Salgado se vanagloriaba de que los bancos españoles superaban todos los test de estrés con nota. De esto no hace muchos meses, y ahora, resulta que no se fían de nuestra banca , ni para las tarjetas del Corte Inglés.
Los de ahora, tienen un morlaco en la plaza de muchos kilos, pero o toman decisiones que de veras sirvan para lo que todos deseamos, o este país se nos viene abajo.
La deuda se sigue vendiendo, pero a intereses muy altos, y ya veremos cuando haya que devolver el capital más los intereses. Se generan muchas dudas en cuanto a quién puede comprar deuda de un país que está calculando la altura del precipicio.
Cofiemos en Sto. Tomás.
1 comentario:
Hay muchas cosas que pasan en este país y que no tienen explicación. Lo de la fe puede valer pero cuando se acaba el paro, no hay fe que valga.
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